Los seis años de nuestros mellizos

 Qué emoción más grande es cumplir años cuando se es pequeño! Sentirte especial en ese día tan importante. Y la misma ilusión que mis dos pequeños tenían en cumplir 6 años, la tenía yo en organizar una bonita fiesta para ellos y sus amiguitos.
globos, flores, color azul, mint y rosa...mucho amor para esta fiesta llena de juegos.

Celebramos el cumple en el cole y después en casa con la familia y después otra con los amiguitos del cole, vaya , que como las bodas jajajja ..

  

Cuando me puse a pensar en la temática para la fiesta , tuve claro que teníamos que hacer un guiño a los juguetes preferidos de los peques, para Marta teníamos a Pepa Pig y para Roger los legos policias, hacerlos protagonistas de nuestra mesa de frutas y dulce fue un éxito . Sus mejores compañeros de juegos les sujetaban sus velas de aniversario para que ellos las soplaran y pidieran un deseo. 

Como decoración me atreví con los globos y preparé una bonita guirnalda de tres colores con unas flores que colgaban , dando una combinación primaveral que llenó de alegría la mesa.

Con esta gama de colores, nos pusimos a trabajar. Recopilé y tuneé muchos recipientes de cristal, zinc y madera, combinando cintas, trapillo, las etiquetas y hasta flores naturales que junto un bonito mantel de la abuela nos quedó genial.
Unas bolsitas con diferentes chuches  estaban listas para que cada niño se sirviera el mismo.

La elección de la comida, todo en pequeñas porciones para los invitados, procurando balancear chocolates y dulces con alimentos saludables como frutas decoradas y recubiertas de chocolate,un exceso de azúcar pone a algunos niños muy “activos” y a otros les puede producir dolores estomacales.
Así que unas ricas fresas con colores rosados y azules, unas ricas magdalenas de naranja con pepitas de chocolate y unos vistosos mini basitos de tres chocolates llenaban de dulzura nuestra pequeña mesa .

La fiesta fue un éxito, y esperamos que nuestros mellizos no la olviden nunca, así que os puedo decir que todo el trabajo mereció la pena. 

Besos y hasta otro día